
Campeador
Crianza
Tan clásico como vanguardista, tan tradicional como moderno
Elaborado por primera vez en 1916 sigue manteniendo ese aire delicado y exquisito de los antiguos borgoñas, pero con esa personalidad más marcada que le aporta la Garnacha. Es sabroso y aterciopelado.
Un vino muy brillante en aromas, con una identidad propia de la zona. Permanece al menos 18 meses en barricas nuevas de roble americano y no menos de un año en botella para alcanzar un afinado muy característico. El resultado es un vino de gran cuerpo y muy redondo.