Martínez Lacuesta Del siglo XIX al siglo XXI
Más allá de un edificio, una bodega representa el viaje a través de la historia que han protagonizado los vinos y las marcas que en ella se elaboran. El punto al que se ha llegado, lo que hoy ocurre, no es únicamente el reflejo de las técnicas actuales, sino del camino que se ha trazado para llegar a ellas. Del camino de la evolución.
Trasiega manual
Demostración ante un grupo de alumnos de la Estación Enológica.
La gravedad y la decantación
permiten trasegar el vino
sin movimientos bruscos
INNOVACIÓN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Técnica tradicional Trasiega artesanal
Fue elevada siempre la preocupación de los fundadores por mejorar las técnicas tradicionales, incluso las ‘heredadas’ de Francia, que necesitaban adaptarse a las particularidades de las cepas riojanas.
La cercanía de la Estación Enológica de Haro permite, primero, mejorar las condiciones en el viñedo y frenar sus enfermedades, y posteriormente adecuar los procesos en bodegas a las características especiales de las variedades autóctonas. En el interior de Bodegas Martínez Lacuesta se experimenta con la clarificación con clara de huevo (una novedad para la época y que a día de hoy ha variado a clarificantes vegetales) y sobre todo se opta por una trasiega manual por gravedad que permanece hasta nuestros días.
El Vermut Pioneros
Estamos en 1937 y en España ya existía una consolidada tradición de consumo de este delicioso aperitivo. Martínez Lacuesta comienza a elaborarlo entonces de manera pionera en La Rioja.
Sin embargo, y a pesar de la alta aceptación que el Vermut Lacuesta ha tenido desde su aparición, la inquietud heredada de generaciones anteriores vuelve ya en el 2005 a mostrar su carácter más pionero. Martínez Lacuesta saca al mercado el primer Vermut Reserva, dando un giro de nuevo a una clásica tradición. No se detendría ahí. A la barrica de roble, se unen posteriormente la madera de acacia y crianzas más largas. De nuevo, las señas de identidad de una evolución a través del tiempo.
Laokin
Bocetos propuestos por el famoso ilustrador en 1937 para las etiquetas del Vermut Rojo.
Trasiega manual
Tal y como se realizaba en la década de los 70.
El método infinito Camino de la evolución
El tiempo cambia. Y los vinos y las personas con él. Claretes Finos y Estilo Superior Borgoña dieron paso a vinos mucho más estructurados y de largas crianzas. El Rioja estaba preparado para dar el salto hacia nuevas calidades.
Así se mantuvieron los gustos y la tradición durante gran parte del siglo XX. Con el cambio de era, cambian los gustos del consumidor y del mercado. Se mantiene el gusto por la redondez y por el equilibrio, pero afloran los recuerdos frutales incluso tras prolongados pasos por barrica. La mente del consumidor busca por nuevas sensaciones sin renunciar a aquellos vinos tradicionales que el paso del tiempo ha convertido en clásicos. Y en esta nueva historia, la familia Martínez Lacuesta tiene mucho que decir.
Nueva Bodega Cuna de grandes vinos
Instalaciones modernas y funcionales pensadas para no perder de vista nuestro origen
TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA TRADICIÓN
Las nuevas instalaciones de Martínez Lacuesta son una muestra de tecnología, espacios y efectividad. Los niveles actuales de elaboración necesitan espacios adaptados a las nuevas necesidades pero sin olvidar el camino que nos ha llevado hasta aquí.
De ahí, que toda la bodega esté pensada para mantener aquellas técnicas que dan singularidad a nuestra elaboración y albergue al mismo tiempo las nuevas necesidades. Los trasiegos manuales necesitaban una bodega en gravedad; nuestra manera de apilar las barricas a 5 alturas hacían necesaria una espectacular sala de crianza; nuestras añadas más significativas tenían que resguardarse en un botellero a su altura… Y nuestro origen, nuestro camino y nuestra evolución debían mostrarse al visitante en un pequeño museo que recogiera nuestra historia.